Un lindo recuerdo para la familia
y un merecido homenaje para las lavanderas
Tal como lo habíamos anunciado, y con un muy buen marco de público, el pasado viernes 21 a la hora 20 se estrenó en salones del Club Remeros Melo, el documental “DOÑA CHINITA”, niña mujer madre y abuela”.
El audiovisual trata no sólo sobre las etapas de la vida de su protagonista, Águeda Damas, de 106 años de edad a la fecha en que fue entrevistada, sino que rememora una práctica ancestral aplicada al lavado de las prendas de vestir y de la casa, de la época en que las orillas de los arroyos eran el lugar de encuentro de decenas de mujeres en busca de agua para hincar sus rodillas en las riberas y refregar durante largas horas todas las prendas sucias, con jabones artesanales, blanqueándolas con añil o lejía, volviendo a refregar y tendiéndolas al sol. Pero muchas veces el trabajo no acababa allí, como hoy; se lo llevaban a casa, planchaban y doblaban las ropas durante la noche e incluso la madrugada, con tecnologías rudimentarias como el planchón a carbón, para que a primera hora del día siguiente pudieran ser entregadas a sus patrones y cobrar por su trabajo con dignidad.
Hoy, a la luz del tiempo y ante tanta modernidad, puede ser difícil comprender esa realidad. Pero en el pasado, esta práctica tradicional les permitía a ellas y a sus familias poder contar con un ingreso económico que les garantizaba un mañana, y a muchas les brindaba esperanzas de soñar con un futuro mejor. Asimismo, en épocas donde el asistencialismo no era moneda corriente y donde las urbes modernas estaban aún formación, estos puntos naturales se transformaban en lugares de socialización e interrelación humana, donde se forjaron amistades y lazos de familia.
Tal como lo hemos destacado en otras oportunidades, al igual que otras prácticas laborales de la región, estas tareas se hacían porque “no hay otra”, porque el desempleo llega a alcanzar niveles tan altos, que cualquier trabajo puede llegar a ser rentable si se realiza para otro que puede pagar y no tiene tiempo o capacidad para realizarlo. Gracias a ello, muchos que hoy disfrutan de una vida cómoda y estable -económicamente hablando-, pudieron lograrlo porque mujeres como ellas, con frio o con sol, con helada o lluvia, disponían sus manos y mente a la tarea del lavado de ropa, para que los hijos de sus patronas y los suyos propios, pudieran ir con la túnica limpia a la escuela y dormir plácidamente en sábanas planchadas y perfumadas.
No existen personas más importantes que otras: tanto los que son recordados en los libros de historia o en el nomenclátor de las calles, como las anónimas que lavaban ropa a la orilla del arroyo, todas fueron importantes para construir la sociedad que hoy tenemos y la comunidad que hoy habitamos; recordarlas y honrarlas con este tipo de producciones audiovisuales es apenas un simple acto de agradecimiento a tanto esfuerzo, preservando su memoria y enalteciendo su legado para las generaciones venideras.
La presencia de su hija, nieta y bisnieta en el estreno engalanaron la ceremonia, dándole una interrelación más personal a las coprotagonistas con el público presente que les permitió contar sobre su experiencia y sobre lo que dicho evento representaba para ellas, hoy cuando Águeda ya no está más entre nosotros.
En breve, dicho trabajo podrá ser disfrutado en su totalidad, para que lo compartan y comenten con la comunidad.
Produtor e documentalista, investigador, escritor, jornalista e amigo da natureza.