“Cómo es crecer en la frontera,
permitir que cada joven alcance sus
pleno desarrollo…”
Ese es el objetivo del Instituto Social del Mercosur, con sede en Paraguay, que trabaja en cooperación con el Fondo de Población de las Naciones Unidas para alcanzar esos objetivos, según expresó su coordinador y consultor en migración, Derechos Humanos y Desarrollo, para Uruguay, Marcelo Mondelli. (UNFPA-ONU).
MM: Este proyecto se lleva a cabo en cuatro subregiones, cuatro ciudades gemelas: Rivera-Livramento; Salto-Concordia; Posadas-Encarnación y Foz de Iguaçú-Ciudad del Este. Y el objetivo es caracterizar a los adolescentes y jóvenes de la región, entre 15 y 29 años, para recolectar evidencia y conocer cómo se formulan políticas públicas para ellos, de modo que dichas políticas tengan en cuenta su ciclo de vida y los principales desafíos que enfrentan. estos jóvenes sí lo tienen, porque son jóvenes de frontera.
Es por eso que el Fondo de Población entiende que es necesario intervenir e invertir, en estas poblaciones y en este momento -por su lugar en el cono demográfico-, en una estrategia regional denominada “165 Millones de Razones” iniciada en 2019, prepandemia. Pese a esto, varias consultoras están recopilando información sobre, por ejemplo, cuánto gasto social se pretende invertir en los jóvenes, desde una perspectiva binacional.
Es por eso que el Instituto Social Mercosul, principal socio de esta acción, a través del Proyecto “Juventud y Fronteras en el MERCOSUR” se dedica a conocer cómo es la vida en la frontera, cuántos adolescentes y jóvenes viven en las subregiones. , qué nivel de educación tienen, cómo viven los desafíos en temas de género, educación sexual y reproductiva, etc. Todo esto, para entender cómo están viviendo la transición a la edad adulta, cómo están afrontando esta importante etapa de la vida, hoy así lo entendió el Mercosur y así está trabajando y monitoreando este trabajo las Naciones Unidas.
Es necesario comprender las trayectorias y vulnerabilidades de los jóvenes en las fronteras, que no son las mismas que las de los jóvenes que crecen en las afueras de capitales, como Montevideo.
RE: ¿Hubo alguna razón para elegir estos cuatro lugares en particular? o ¿Fue aleatorio?
MM: Se tomó en consideración el factor población, la densidad poblacional y el hecho de que hay una ciudad hermanada del otro lado, para analizar lo que sucede en estas ciudades y así entender mejor lo que sucede en otras similares; ya que no es lo mismo lo que sucede en una frontera seca que en aquellas separadas por un río y unidas por un puente, como Posadas-Encarnación, donde la vitalidad quedó cortada por la pandemia, lo que no ocurrió en Rivera Livramento, donde la frontera es más porosa o permeable, y luego siguieron recibiendo servicios de salud por un lado, o educación por el otro, en estos conglomerados de ciudades.
REF: En su opinión, ¿qué ha cambiado en el Mercosur para que estas políticas se lleven a cabo hoy y no antes?
MM: Llegamos a esta situación, porque el propio Mercosur, en su propia evolución, desde 2015 empezó a trabajar duro y creó grupos específicos para trabajar en las fronteras, porque se dieron cuenta de que hay “cuellos de botella” en muchas de las cosas que no No funciona en el Mercosur. Es un proceso en el que los capitales empiezan a darse cuenta de que hay problemas que no se pueden resolver si no se trabajan las fronteras.
Es también la evolución de un bloque joven, Europa tardó sesenta años en empezar a tener una verdadera libre circulación de personas, bienes y servicios, y en este sentido ya lo hemos logrado antes; También está la cuestión de la confianza que se ha construido entre los gobiernos, definiendo la autonomía, pero también la cooperación.
En el contexto de los jóvenes fronterizos y las poblaciones vulnerables, se ha hecho muy poco, por lo que ahora estamos haciendo la investigación, para que haya evidencia y que se propongan cambios posteriores en las políticas transfronterizas, a los tomadores de decisiones, tanto a los parlamentarios como a los parlamentarios. como gobiernos departamentales o locales, y así intentar realizar un proceso llamado “incidencia”. Sensibilizar y tener en cuenta la importancia de estas políticas, en la educación universitaria, por ejemplo.
REF: ¿Este trabajo con adolescentes y jóvenes afecta al mundo laboral o está básicamente enfocado a la educación?
MM: Sí, también hay un gran interés por el trabajo, en términos de inserción laboral, el primer empleo, principalmente para salir de la informalidad, que es tan fuerte en las regiones fronterizas; porque de ellos depende cómo se desarrollan, si tienen espacio para el tiempo libre, qué espacios de ocio o infraestructuras ofrecen los Estados para prestar atención a estos jóvenes que, al no ser un polo electoral muy fuerte, generalmente se quedan más atrás
.REF: Al principio hablabas del tema de la salud sexual y reproductiva, pero ¿el tema de la salud mental –suicidio, alcoholismo, drogas y otras adicciones– también se ve afectado por el trabajo que realizas?
MM: Sí, sobre eso hicimos una consultoría que estamos terminando en estos días y que se publicará la próxima semana, que abordó precisamente estas variables, la salud mental y las adicciones, sobre todo porque el tema Covid ha exacerbado todo esto y será muy interesante saberlo. En este sentido hay un aspecto que es interesante y es la participación, cómo se expresan los jóvenes, conectando todo eso, creando redes transfronterizas que puedan darle esa voz a los jóvenes. Por eso, además de analizar el gasto público, estamos trabajando para que, con la participación de los jóvenes, identifiquemos los temas de interés, la agenda de necesidades específicas en los diferentes grupos de edad.
Nota: El MERCOSUR cuenta actualmente con alrededor de 60 millones de adolescentes y jóvenes, entre 10 y 24 años, que corresponden al 23% de la población argentina, el 23% de Brasil, el 28% de la población de Paraguay y el 21% de la población de Uruguay.
Produtor e documentalista, investigador, escritor, jornalista e amigo da natureza.
