La crisis hídrica es una muerte anunciada
Que el agua es el elemento vital para la humanidad no es nuevo, y que podríamos hablar del tema por horas tampoco; pero entender qué estamos haciendo o deberíamos hacer para aprovecharla mejor, y saber qué cambios debemos llevar a cabo, nos podría ayudar a proteger mejor esa riqueza natural trascendente para nuestra sobrevivencia.
El agua y el origen de la crisis
Por esa razón entrevistamos al Profesor Grado 5, Ingeniero Agrónomo y Doctor en Gestión del Agua y Tecnología Ambiental Daniel Panario, el cual en el informe de SERPAJ 2019 titulado “Agua para la vida o agua para el agronegocio.- Cambio de Uso del Suelo vs. calidad de agua en Uruguay”, expresaba: “El agua ha sido tradicionalmente considerada un recurso natural renovable. La principal amenaza a tal renovabilidad en América latina no está dada tanto por los problemas de la contaminación -que existen y son graves en torno a grandes ciudades, enclaves industriales, mineros y/o agricultura empresarial,- sino por la paulatina pérdida de renovabilidad del ciclo hidrológico”.
Vencer nuestro analfabetismo hídrico y reducir nuestra huella hídrica podría ayudar a disminuir la crisis actual; asimismo, buscar otras formas alternativas de captación, administración y descarte del elemento, podrían ser determinantes para una mejor calidad de vida.
Muchas veces, los gobiernos y la población parecen olvidar que el agua no es un bien infinito, y que las políticas públicas de gestión adecuada de tal elemento son fundamentales para nuestra sostenibilidad: la regularidad de los permisos, la preservación de las fuentes, los ríos, las cuencas hidrográficas, los bosques de ribera y los humedales, además del control de los vertidos y la creación de reservorios. “En efecto, si bien el agua continúa lloviendo en las cuencas y corriendo por las vías de drenaje hacia los embalses o zonas de consumo o regadío, el ciclo hidrológico se modifica sustancialmente con el cambio de uso del territorio”.
Entrevistado
Preguntado Panario, sobre cómo ve la situación actual del agua en Uruguay, manifestó: “Está claro que estamos frente a una crisis [hídrica] que es una muerte anunciada. Por supuesto que estas cosas iban a ocurrir, estamos frente a un proceso de cambio climático; por lo tanto, podríamos haberlo previsto con más tiempo”. A ello debe agregarse “un evento de La Niña de los más severos de las últimas décadas, [sólo comparable a la que] ocurrió en la década del ´40”, confluyendo para determinar la situación actual.
¿Hay una desconexión entre los grupos de poder y la ciencia?: “Si, absoluta… Cuando falta el agua no están todos en peligro, es claro; los que gobiernan no están en peligro de tener problemas severos con el agua”, y por eso no toman en cuenta las posturas científicas. “No les importa que las cosas fracasen, porque no quieren escuchar a los científicos; […] en los hechos, a la ciencia se la escucha cuando dice “lo que yo quiero oír” –parafraseando a la clase política- y cuando no, no se la escucha”. “Los que saben algo en relación al agua y que investigan, no son escuchados”; por ejemplo “el ministro mentiroso” [apelativo con que el entrevistado identifica al Ex Ministro de Ambiente Adrián Peña], dijo refiriéndose al proyecto conocido como Neptuno: “Voy a defender este proyecto con uñas y dientes”, es decir, no con argumentos, sino con arañazos y mordidas. Es muy paradójico que eso se pueda decir y pase como si nada; es tremendo, este es el Uruguay de hoy”, manifestó Panario.
Manifiesto
Investigadores del IECA, Facultad de Ciencias y del CURE, UdelaR
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Reconoció también que uno de los puntos neurálgicos en esta discusión es que los técnicos y especialistas en recursos naturales o en temas ambientales, del agua por ejemplo, nunca han llegado al Poder Judicial, nunca se ha tratado el tema con Jueces y Fiscales, y ahora esto parece inevitable, porque “aquí lo que está en juego es la salud humana; claro, no la salud de todos, sino de los que tienen dificultad para llegar a fin de mes”.
Eucaliptus, papel o agua
Preguntado sobre el papel que juegan las forestadoras y las papeleras (tema que viene siendo cuestionado también por el Dr. Hoenir Sarthou y el Movimiento Uruguay Soberano, con una recolección de firmas en contra de los contratos secretos que los gobiernos llevan a cabo con multinacionales glabales), Panario expresó: “es terrible, porque además las zonas de prioridad forestal no son zonas de baja productividad, como pretendían los forestales, sino que son los suelos donde los árboles rinden mucho, que no es lo mismo, debemos tenerlo claro; y además, algunas de las zonas de prioridad forestal, su vocación es de generación de aguas para los ríos. Ese es el servicio ecosistémico que tienen que prestarnos las altas cuencas, sobre todo las sierras: de ahí vienen las aguas cuando falta. Por lo tanto, tenemos que preservarlas… si la gente tiene que producir algo en las sierras, yo diría que lo ideal es agua y nada más; cuanta menos intervención tengan en las sierras, mayor producción de agua van a generar”
Reveló también que “cuando se trata con clorados el agua -como lo hace OSE-, se generan trialometanos que son extremadamente tóxicos, y que son el resultado del ataque del cloro (hipoclorito) a la materia orgánica (coliformes y otros), que son terriblemente cancerígenos”; por eso, algunas empresas estatales de agua están optando por proporcionar filtros residenciales, como forma de abaratar los costos de la potabilidad, focalizando el depurado sólo de aquella agua que será para consumo humano.
El futuro del agua
“Un caso particular en materia de recursos naturales renovables es el agua freática y otros reservorios como lagos cerrados, humedales, etc. Estos recursos, en el caso de zonas áridas (paleoacuíferos), son verdaderos recursos no renovables, o en otros casos, su recarga es tan lenta que pueden considerarse como no renovables; el mismo concepto es aplicable a napas y lagos fuertemente contaminados, o humedales desecados y que han sufrido procesos de acidificación difícilmente reversibles, etc. Por eso, “el recurso agua, en algunos casos, debe ser considerado y tratado según estrategias propuestas para recursos naturales renovables, y en otros siguiendo normas aplicables a los no renovables”.
Más allá de que el acceso al agua saludable sea un Derecho Humano y esté contemplado como un objetivo de Desarrollo Sustentable en la Agenda 2030 (ODS 6, 14 y 16) a ser perseguido por los Estados, los países de la región parecen estar bastante lejos de dichas metas; y a pesar de que el escenario no resulte tan promisorio, la masa crítica, las organizaciones sociales y las acciones civiles parecen ser el camino para recuperar el libre ejercicio y uso del agua.
Fuentes
https://www.facebook.com/movimientouruguaysoberano

Productor y documentalista, investigador, escritor, periodista y amigo de la naturaleza.