“Ustedes no pueden estar aquí,
porque ustedes son unos bohemios”
La mayoría de la población de Río Branco desconoce que el Club Social y Deportivo Unión tiene en sus antecedentes una institución que, según memoriosos, habría surgido alrededor de 1920, y que perduró hasta fines de 1930.
Antes de 1920, la zona conocida como la Cuchilla era sumamente despoblada, y toda la vida social, económica y cultural se concentraba en la zona que hoy conocemos como Río Branco Comercial o Zona Comercial, allí estaban todas las oficinas públicas; también había un club social que ocupaba el local donde estuvo instalado el comercio de ramos generales y barraca “Casa Martínez”, hoy parte del Free Shop Fape. A ese club asistía la aristocracia en la época que estaba concentrada en esa zona. El nombre de esta institución, según testimonios, sería “Armonía”, y se dice que era totalmente elitista.
Un buen día llegan hasta allí un grupo de jóvenes, provenientes de la zona de la Cuchilla, entre ellos Pedro Machado, quienes con algunos tragos a más comienzan a agitar la reunión bailable con gritos. Inmediatamente se levantan los patriarcas, entre ellos los Aspiroz, Garcia y Bonomi, expulsando a los jóvenes bajo el insulto: “Ustedes no pueden estar aquí, porque ustedes son unos bohemios”. Inmediatamente se retiran y regresan a sus lugares de origen, que era la Cuchilla. Transcurren unos días y estos jóvenes se reúnen y resuelven fundar una institución social para esta zona (Cuchilla) y le colocan el nombre “Club Social La Bohemia”, por estar formada por bohemios, como fueron llamados.
Investigamos para lograr la fecha más posible de la fundación del club, y encontramos en un manuscrito histórico como el primero de enero de 1915, y que la primera comisión directiva estaba presidida por el comandante Enrique Jarza (el grado de comandante lo había logrado luchando junto a Aparicio Saravia en las revoluciones de 1897 y 1904), e integrada entre otros por Nico Pereira, Gumercindo Carrasco, Juan Silva, Pedro Machado y Pedro Bresque.
En el periódico “La Verdad” de enero de 1917 encontramos una breve nota:
LA BOHEMIA
Llámase a propuestas para el servicio interno de este CENTRO, debiendo los interesados presentarse bajo sobre cerrado hasta el 28 del corriente a las 4 de la tarde, de acuerdo con el pliego de condiciones respectivas.
Río Branco, enero 7 de 1917
El secretario.
Ya el periódico El Solar de noviembre de 1918 vemos una nota convocando a todos los socios para elegir las nuevas comisiones, directivas y fiscal, la misma firmada por Antonio D. Pereira, “Nico” y Hector Villamil (todo lleva a creer que estos presidieron la segunda comisión del club). En el mismo periódico, pero de diciembre de 1919, pudimos leer que en la comisión directiva estaban:
Titulares: Antonio D. Pereira “Nico”, Fructuoso D. Esteban, Hernesto Piccardo, Hector Villamil, Horacio Zamora Joar, Omar Rojas y Valentín Machado.
Suplentes: E. Coirolo y Alvariza, Pedro Arismedi, José P. Uteda, Felix Artigas, Trayano Miranda, Ademar Porciúncula y Ramon Cipriano Martinez.
Año 1915: Inauguración de LA BOHEMIA
Comisión fiscal:
Titulares: Alvin Cuello, Pedro Machado y Nicomedes Galarraga.
Suplentes: Manuel Fernández, Enrique M. Escalante y Ciriaco Acosta Farias.
El club abre sus puertas (y allí estuvo hasta su final) en el edificio donde actualmente es la Casa de Cultura, más precisamente donde está hoy el salón de eventos, en la esquina de José H. Uriarte y 10 de Junio, la cantina y los baños estaban hacia esta última, mientras que el restante de la edificación pegado al salón sobre José H. Uriarte estaba la casa paterna de los propietarios de la edificación: Don Pedro Machado y su señora Agraciada Porciúncula, quien había recibido la propiedad como obsequio de su abuelo Marcial Rodríguez.
Don Pedro les arrienda el salón por 18 pesos de la época, manteniendo para si la explotación de la cantina, cumpliendo también la función de cantinero, y Pedro Pacheco hacía de mozo.
Se recuerda que en el patio estaba un pozo de agua que hasta los días de hoy los vemos en la Casa de Cultura. Don Pedro para mantener las bebidas frías (o por lo menos frescas, ya que no había cómo refrigerarlas), “acollaraba” en forma muy particular a las botellas, sumergiéndolas en dicho pozo.
Los bailes acostumbraban a ser un éxito, el salón siempre estaba repleto de personas. Al principio comenzaba temprano de la noche, y se iban hasta pasado de la media noche, pero con el pasar del tiempo se bailaba hasta la madrugada.
El club, además de hacer bailes, colaboraba con el salón para espectáculos benéficos, lo cual era muy solicitado.
En el periódico “El Solar” de febrero de 1920 rescatamos una nota:
LA BOHEMIA
Se prepara para festejar dignamente las próximas carnestolendas.
En los días 15, 17 y 22 se le rendirán, en sus vastos salones, los correspondientes honores al dios Momo.
Prometemos contunar con el relato en próxima edición…
Peão rural, Artísta plástico, Rescatista histórico e Escritor.